
PRÓLOGO
JUSTAMENTE
SIGNADO, SANTIAGO ESTE LIBRO ES LLAMADO.
SEA
PARA EL ESCRITOR LA GLORIA Y PARA EL LECTOR
COMIENZA
LA CARTA DEL SANTO PAPA CALIXTO
Calixto
Obispo, siervo de los siervos de Dios, a la muy
venerable comunidad de la basílica cluniacense,
sede de su elección apostólica, y a los ilustrísimos
señores Guillermo, Patriarca de Jerusalén, y Diego,
Arzobispo de Compostela, ya todos los fieles salud
y bendición apostólica en Cristo. Como en ninguna
parte del mundo pueden hallarse varones más excelentes
que vosotros en dignidad y honor, a vuestra paternidad
envío este códice de Santiago para que si pudiéseis
hallar en él algo que deba corregir-se lo emmiende
vuestra autoridad con diligencia por amor del Apóstol.
Pues
en verdad he pasado innumerables angustias por este
códice. Mientras era escolar, amando al Apóstol
desde la niñez, al recorrer por espacio de catorce
años tierra y regiones extranjeras todo lo que acerca
de él hallaba escrito lo copiaba con diligencia
en unas pocas hojas ásperas y ruines, a fin de exponerlo
en un volumen para que los amantes de Santiago hallasen
más a mano y reunido lo que debe leerse en los días
festivos. ¡Oh admirable fortuna! Caí en poder de
ladrones y despojado de todo sólo me quedó el manuscrito.
Fuí encerrado en prisiones y perdida toda mi hacienda,
sólo me quedó el manuscrito. En mares de profundas
aguas naufragué muchas veces y estuve a punto de
morir, y al salir yo salió el manuscrito sin estropearse.
Se quema una casa en la cual yo estaba y consumido
mi ajuar escapó conmigo sin quemarse el manuscrito.
Por eso di en pensar si ya este códice que deseaba
llevar a cabo con mis manos sería grato a Dios.
Y pensando así con gran afán, arrebatado en éxtasis,
una noche vi en un regio y brillante salón a un
joven dotado de inefable belleza, rodeado de luz
esplendorosa, maravillosamente vestido con regia
vestidura, coronado con láurea real, que entraba
por la puerta oriental de dicho salón con algunos
acompañantes, uno de los cuales dijo así: -He aquí
el Hijo del Rey. Y sentándose El en sguida en el
mejor asiento, me dijo a mi que lo estaba a sus
pies: -Enseñame los guantes que tienes en las manos.
Yo se los presenté de buena gana y habiéndolos tomado
en las suyas y entrado en su cámara, uno de sus
acompanyantes que era como su mayordomo me dijo
de El: -Es el Hijo del más alto Rey. Y agregó: -Así
como ha recibido de tus manos los guantes, recibirá
de buena gana y complacido el códice del Apóstol
cuando lo tengas acabado. Otra vez, mientras meditaba
el sermón de la traslación del Apóstol El día venerado
y tenía entre las manos el cuaderno de tal escrito,
se me apareció El mismo Santiago en un éxtasis y
me dijo: -No difieras el escribir esos preceptos
que nos son gratos y que han de observar todos.
Escribe lo que has comenzado, censurando los delitos
de los malos hospederos que moran en el camino de
mi Apóstol.
Y nadie piense, pues, que yo he escrito
algo de mi propia invención, sino que de libros
auténticos, a saber, de uno y otro Testamento y
de los santos doctores Jerónimo, Ambrosio, Agustín,
Gregorio, Beda, Máximo, León y otros católicos,
entienda que he extractado el contenido del primer
libro como en él está patente. A su vez las demás
cosas que en los libros siguientes están escritas
como historia o las vi yo con mis propios ojos,
o las hallé escritas, o me enteré de ellas por relato
veracísimo y las escribí como mías. Nadie menosprecie
tampoco este libro cuando encuentre en él estilo
llano. Porque hemos escrito en estilo llano nuestros
sermones para que estuviesen abiertos tanto a los
no entendidos; como a los entendidos. Muchos desprecian
lo que no entienden; los francese desprecian a los
alemanes y los romanos a los griegos, porque no
entienden sus lenguas. Si oigo a diario predicar
en griego o en alemán y no entiendo, ¿¿que provecho
saco? Por eso hicieron exposiciones hace tiempo
los santos acerca de los cuatro evangelios y sobre
los profetas, porque no se entendían. Si me pones
a la mesa pan sin partir lo acepto contento. Si
partido, más contento lo recibo. Poco aprovecha
la corteza hasta que aparece la miga. La bebida
pura mustra más claramente lo que en sí oculta.
El ojo limpio y abierto ve más claro que el turbio
y cerrado. La vela clara que da luz a todos los
circunstantes vale más que la que a unos la da y
a otros la niega. Así, pues, está obrita está abierta
a todos para que aproveche tanto a los entendidos
en letra como a los que no enteinden mucho.
Pero
debemos indicar lo que debe leerse de él en la iglesia.
Todo lo que está escrito en los dos primeros libros,
hasta el signo igual a éste >P<
que significa Jesucristo,
cántese y léase en las iglesias en los maitines
y misas, conforme está ordenado. Porque es auténtico
y está expuesto con gran autoridad. Y todfo lo que
va escrito en los siguientes después de dicho signo
léase en los refectorios durante las comidas. Es
también de mucha autoridad, pero lo contenido en
los dos primeros libros es suficiente para leer
en los maitines. Y si todos los sermones y milagros
de Santiago que contiene este códice no pueden leerse
en la iglesia en los días de las fiestas de aquél
por su gran extensión, léanse después al menos en
el refectorio cada semana el día en que cayó su
festividad.
Los
responsorios y cánticos de misas que de los evangelios
hemos sacado y escrito en este libro, nadie dude
de cantarlos. Hay quienes dicen que son apócrifos
los responsorios de la pasión de Santiago, El apóstol
de Cristo Santiago entrando en las sinagogas, porque
no todo lo que está escrito en las pasiones de los
apóstoles lo tienen todos muy autorizado. Unos lo
cantan y otros no. Sin embargo, en la ciudad en
que fueron compuestos no se cantan por entero.
Unos
cantan sin orden responsorios compuestos hace tiempo
por un obispo leonés. Otros cantan para Santiago
el R) de un mártir o confesor, Santiago, apostol
de Cristo, oye los siervos que ruegan; otros cantan
igualmente el R) de San Juan Bautista, Oh especial
honor, otros el R) de San Nicolás: como si no tuviera
responsorios propios, los cantan abusivamente.
Cierto
canónigo de Santiago, chantre de la basílica, llamado
Juan Rodriz, mientras estaba una vez de semana y
llenaba su bolsa de las ofrendas del altar, se acordó
de que en un responsorio de San Nicolás se canta
Supo ofrecer estos bienes a su siervos. Por lo cual
solía cantar en el coro en día de fiesta de Santiago
este mismo R), quitando el nombre del confesor y
diciendo en cambio: Santiago ya triunfante supo
ofrecer esto bienes a sus siervos. Mas como la costumbre
eclesiástica prohibe cantar un R) de los apóstoles
para cualquier confesor, así también prohibe cantar
el R) de un confesor o de un máritr, o de San Juan
BAutista, o de cualquier santo para cualquier apóstol.
En
la misa de Santiago cantan unos el introito Alegrémonos
todos en el Señor, que la Iglesia suele cantar propiamente
sólo para las santas vírgenes, a saber, Agueda,
la virgen María y María Magdalena; otros, el introito
Regocijémonos todos en el Señor; otros, Demasiado
para mí; otros cantan sus estrofas a su gusto, por
decirlo así. Por lo cual ordenamos que nadie más
se atreva a cantarle un R) a su capricho, sino los
auténticos R) de los evangelios, que coniene este
libro, Habiendo andado el Salvador un poco, o el
R) He aquí que os envío. Igualmente en su misa nadie
cante más otro introito que Jesús llamó a Santiago,
hijo de Zebedeo con los cánticos que le siguen,
o Demasiado para mí. Porque todo cuanto se cante
de Santiago debe ser de gran autoridad. Tambien
debe tenerse muy en cuenta por los fámulos que la
devoción del clero celebre los maitines de Santiago.
Y sea triple la lección con sus responsorios. Y
no falten las horas. Y que oigan esto los peregrinos.
Ordenamos
hacer esto al clero de Santiago en su basílica todos
los días, exceptuando el de la Natividad del Señor,
los de la Cena, la Parasceve y el sábado siguiente,
y de Pascua y Pentecostés. Asimismo cántese la primera
misa propia de Santiago todos los días a los peregrinos,
fuera de los antedichos. Y después de las primeras
preces de la misa, cuídese de que siga esta oración
por los peregrinos: Te rogamos, Señor, que se abran
los oídos de tu misericordia a las oraciones de
los peregrinos suplicantes de Santiago, y que a
los que piden... (busca en el libro I). Así, pues,
todo el que con vanos argumentos o vacuas disputas
quite valor a lo que este libro contiene, o lo desprecie,
o se atreva a hablar contra él, sea anatema con
Arrio y Sabelio.
Salud
a todos en el Señor.
Dada
en Letrán a trece de enero
COMIENZAN
LOS CAPÍTULOS DE ESTE LIBRO
Capítulo
I. Sermón de San Beda, presbítero.
Quoniam
beati Jacobi vigilias.
Capítulo
II. Exposición del Santo Papa Calixto.
Vigiliae
noctis sacratissimae
Capítulo
III. Bendiciones del mismo Papa Calixto según las
lecciones.
Adsit
nobis gratia Dei.
Capítulo
IV. Pasión menor de Santiago.
Gaio
quatuor annis.
Capítulo
V. Sermón del Santo Papa Calixto.
Celebritatis
sacratissime.
Capítulo
VI. Segundo sermón del santo papa Calixto.
Spiritali
igitur jocunditate.
Capítulo
VII. Exposición del mismo papa Calixto.
Adest
nobis, dilectissimi fratres.
Capítulo
VIII. Homilía de San Beda, presbítero.
Dominus
conditor ac redemptor noster.
Capítulo
IX. Pasión mayor de Santiago.
Post
Ascensionem Dominicam ad celos apostolus Domini
nostri Ihesu Christi.
Capítulo
X. Exposición de San Jerónimo.
Apostolica
sollempnia veneranda.
Capítulo
XI. Exposición del mismo San Jeronimo.
Quare
Petrus et Jacobus.
Capítulo
XII. Exposición del santo papa Calixto.
Preclara
sollempnia.
Capítulo
XIII. Exposición de San Jerónimo.
In
presenti capitulo ostenditur.
Capítulo
XIV. Homiía de San Gregorio, papa.
Quia
natalem beati Jacobi apostoli et martiris.
Capítulo
XV. Sermón de San Máximo, obispo.
Exultemus
in Domino, dilectissimi, et congruis honoribus.
Capítulo
XVI. Exposición de los santos Jerónimo y Máximo.
Sollempnitatem
hodiernam.
Capítulo
XVII. Sermón del santo papa Calixto.
Veneranda
dies.
Capítulo
XVIII. Homilía de San Gregorio, papa.
Audisti,
fratres karissimi, quia.
Capítulo
XIX. Exposición del bienaventurado papa Calixto.
Sollempnia
sacra presentia.
Capítulo
XX. Exposición de los santos Jerónimo, Agustín,
Gregorio y Calixto.
Festivitatem
electionis et translationis.
Capítulo
XXI. Capítulos del papa Calixto sobre la vigilia
de Santiago y el día de su pasión.
Iacobus
Dei et Domini nostri Ihesu Christi servus.
Capítulo
XXII. Responsorio del papa Calixto con sus antífonas
e himnos para la vigilia de Santiago.
Redemptor
imposuit.
Capítulo
XXIII. Responsorios evangelicos del mismo papa Calixto,
con sus antífonas e himnos, para cantar en los días
de las fiestas de Santiago, o sea en los de su pasión
y traslación.
Salvator
progressus pusillum.
Capítulo
XXIV. Misa del papa Calixto para cantar en la vigilia
de Santiago, con sus acesorios.
Iacobus
et Iohannes.
Capítulo
XXV. Versos del papa Calixto para cantar en la procesión
de Santiago en sus dos solemnidades.
Salve festa
dies Iacobi.
Capítulo
XXVI. Misa del mismo papa Calixto para decirla en
la festividad de Santiago, con sus accesorios.
Ihesus vocavit Iacobum.
Capítulo
XXVII. Misa del mismo papa Calixto para cantarla
devotamente por los peregrinos de Santiago.
Capítulo
XXVIII. Siete misas del mismo papa Calixto para
cantarlas sucesivamente cada uno de los días de
la semana de Santiago.
Capítulo
XXIX. Capítulos del mismo papa Calixto para decirlos
en la traslación de Santiago.
Iacobus
placuit Deo.
Capítulo
XXX. Misa del papa Calixto para cantarla en la festividad
de la traslación de Santiago.
Capítulo
XXXI. Misa de Santiago con
cánticos de introducción.
Bendicion.
Exultet
celi curia
-------------------------------------------------------------
(sermones)
-
Codex I.
Cap I. es - Sermón de San Beda, presbítero.
Quoniam
beati Jacobi vigilias.
-
Codex I.
Cap II. es - Exposición del Santo Papa Calixto.
Vigiliae
noctis sacratissimae
-
Codex I.
Cap III. es - Bendiciones del mismo Papa Calixto según las
lecciones.
Adsit
nobis gratia Dei.
-
Codex I.
Cap IV. es - Pasión menor de Santiago.
Gaio
quatuor annis.
-
Codex I.
Cap V. es - Sermón del Santo Papa Calixto.
Celebritatis
sacratissime.
-
Codex I.
Cap VI. es - Segundo sermón del santo papa Calixto.
Spiritali
igitur jocunditate.
-
Codex I.
Cap VII. es - Exposición del mismo papa Calixto.
Adest
nobis, dilectissimi fratres.
-
Codex I.
Cap VIII. es - Homilía de San Beda, presbítero.
Dominus
conditor ac redemptor noster.
-
Codex I.
Cap IX. es - Pasión mayor de Santiago.
Post
Ascensionem Dominicam ad celos apostolus Domini
nostri Ihesu Christi.
-
Codex I.
Cap X. es - Exposición de San Jerónimo.
Apostolica
sollempnia veneranda.
-
Codex I. Cap XI. es
- Exposición del mismo San Jeronimo.
Quare
Petrus et Jacobus.
-
Codex I. Cap XII. es
- Exposición del santo papa Calixto.
Preclara
sollempnia.
-
Codex I. Cap XIII. es
- Exposición de San Jerónimo.
In
presenti capitulo ostenditur.
-
Codex I. Cap XIV. es
- Homiía de San Gregorio, papa.
Quia
natalem beati Jacobi apostoli et martiris.
-
Codex I. Cap XV. es
- Sermón de San Máximo, obispo.
Exultemus
in Domino, dilectissimi, et congruis honoribus.
-
Codex I. Cap XVI. es
- Exposición de los santos Jerónimo y Máximo.
Sollempnitatem
hodiernam.
-
Codex I. Cap XVII. es
- Sermón del santo papa Calixto.
Veneranda
dies.
-
Codex I. Cap XVIII. es
- Homilía de San Gregorio, papa.
Audisti,
fratres karissimi, quia.
-
Codex I. Cap XIX. es
- Exposición del bienaventurado papa Calixto.
Sollempnia
sacra presentia.
-
Codex I. Cap XX. es
- Exposición de los santos Jerónimo, Agustín,
Gregorio y Calixto.
Festivitatem
electionis et translationis.
(oficios)
-
Codex I. Cap XXI. es
- Capítulos del papa Calixto sobre la vigilia
de Santiago y el día de su pasión.
Iacobus
Dei et Domini nostri Ihesu Christi servus.
-
Codex I. Cap XXII. es
- Responsorio del papa Calixto con sus antífonas
e himnos para la vigilia de Santiago. Redemptor
imposuit.
-
Codex I. Cap XXIII. es
- Responsorios evangelicos del mismo papa Calixto,
con sus antífonas e himnos, para cantar en los días
de las fiestas de Santiago, o sea en los de su pasión
y traslación.
Salvator
progressus pusillum.
(misas)
-
Codex I. Cap XXIV. es
- Misa del papa Calixto para cantar en la vigilia
de Santiago, con sus acesorios.
Iacobus
et Iohannes.
-
Codex I. Cap XXV. es
- Versos del papa Calixto para cantar en la procesión
de Santiago en sus dos solemnidades.
Salve festa
dies Iacobi.
-
Codex I. Cap XXVI. es
- Misa del mismo papa Calixto para decirla en
la festividad de Santiago, con sus accesorios.
Ihesus vocavit Iacobum.
-
Codex I. Cap XXVII. es
- Misa del mismo papa Calixto para cantarla
devotamente por los peregrinos de Santiago.
-
Codex I. Cap XXVIII. es
- Siete misas del mismo papa Calixto para
cantarlas sucesivamente cada uno de los días de
la semana de Santiago.
-
Codex I. Cap XXIX. es
- Capítulos del mismo papa Calixto para decirlos
en la traslación de Santiago.
Iacobus
placuit Deo.
-
Codex I. Cap XXX. es
- Misa del papa Calixto para cantarla en la festividad
de la traslación de Santiago.
-
Codex I. Cap XXXI. es
- Misa de Santiago con
cánticos de introducción...
... (suplemento)
Bendicion.
Exultet
celi curia
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