ELECCION
DEL MATERIAL (Todos los caminos)
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Las
botas.
En
un viaje a pie, éste es el elemento más importante.
Las más adecuadas son las denominadas botas de trekking:
ligeras, que nos protejan en mayor medida el tobillo
(caña alta) contra torceduras, que nos proporcionen
cierta resistencia al agua (gore-tex) y transpirables.
De
todas formas, hay peregrinos que prefieren andar
con botas cortas o incluso con unas simples zapatillas
deportivas. Soy de la opinión compartida por mucha
gente de que hay que llevar el calzado que mejor
le vaya a cada uno, aunque en este último caso,
la lluvia, el barro y los fuertes desniveles pueden
que nos pongan en apuros durante el Camino.
No
es extraño tampoco encontrarse a gente realizando
el Camino con sandalias o chanclas. Sigo pensando
que no es el calzado más aconsejado, si bien es
recomendando llevarlas como alternativa y para estar
más comodo en los albergues.
Está
claro, eso sí, que nunca las debemos estrenar el
mismo día en que empezamos el Camino. Debemos haberlas
estado usando al menos 2 meses antes de emprender
el Camino, y haber hecho unos cuantos kms con ellas
para comprobar que no molestan en ningún lugar del
pie.
Deben
permitir a los pies quedar un poco flojos ya que
después de caminar mucho, éstos se hinchan bastante.
Deben de ser ligeras, y no molestar al caminar,
deben de sentirse como un guante el pie.
La
mochila.
No
deber ser ni muy pequeña ni demasiado grande, debe
tener entre 45 y 55 litros de capacidad. Una mochila
pequeña nos obligará a tener que dejar fuera algunas
cosas que más adelante nos pueden hacer falta, a
la par que nos obligará a tener que colgar muchas
cosas fuera. Si llevamos una mochila grande tenemos
que evitar llenarla de "por si a casos"
y de cosas innecesarias que se pueden adquirir por
el Camino si en algún momento nos hacen falta.
Debe
ser anatómica, cómoda y de altura regulable para
adaptarla mejor a la espalda. Es importante que
tenga almohadillas en las correas y a la espalda;
así como cinturón ajustable a la cintura y a la
altura del pecho, para evitar que se nos mueva tanto
en subidas como bajadas.
También
es importante que lleve incorporada un protector,
para cubrir la mochila y que no se nos moje cuando
nos llueva. Si la mochila no lleva este "chubasquero",
siempre podremos hacer uso de bolsas de basura para
salvaguardarla de la lluvía.
Algo
interesante es que conste de bolsillos laterales
que permitan introducir la cantimplora así como
de algún bolso independiente central. Hay que estar
acostumbrado a caminar con la mochila con peso antes
de empezar el camino. Los objetos más pesados deben
siempre estar en la parte principal de la mochila
y colocados en el fondo en la parte más cercana
a la espalda baja. El peso debe de distribuirse
para que no se tuerza más de un lado, y todo debe
acomodarse para poder sacar lo necesario rápidamente
sin tener que vaciar el resto.
El
saco de dormir.
El
saco de dormir debe de ser de material adecuado
a la temporada, plumón en invierno y materiales
más frescos en verano. Si se va a dormir en albergues,
no es necesario un saco de alta montaña. Lo más
importante del saco de dormir es que sea lo más
pequeño posible, y que pese menos de un kilo.
Son
mejores los de cierre lateral en todo el costado,
pues es más cómodo para entrar en él y salir. Conviene
llevar algo que sirva de almohada, o una funda de
almohada para meter ahí ropa, y que eso nos sirva
de almohada. Hay que tener en cuenta que si somos
frioleros, en algunos albergues, no hay sábanas
y sólo algunos ofrecen mantas.
El
bordón.
Es,
junto con la vieira, el elemento simbólico más significativo
de la peregrinación. Además, es muy útil tanto
para acompañar el paso como para tener un punto
más de apoyo. Nos evitará de resbalar, nos servirá
de punto de apoyo al subir y al bajar las empienadas
cuestas, sin olvidarnos de que nos ayudará a descargar
de peso a las piernas. En ocasiones tambien hará
de muleta cuando tengamos alguna torcedura y nos
servirá para ahuyentar a perros en el Camino.
Por
el tipo de camino que encontraremos, el más adecuado
es el tradicional bastón de madera con punta de
metal, respecto al más moderno bastón de montaña
de tipo telescópico. El bordón deberá ser de madera
y deberá tener como minimo 1.30 metros. Si llevamos
palos de montaña, lo mejor será contar con 2 palos.
La
ropa.
La
ropa debe ser poca y ligera. Según la temporada
convendrá estar preparado con guantes, un gorro
para el frío, y un cuello de material polar. Nunca
deberá de faltar un gorro para protegerte del sol,
pues tienes riesgo de insolación, tanto en invierno
como en verano.
En
verano es suficiente con dos o tres camisetas de
algodón, tres pares de calcetines y mudas de ropa
interior.
En
invierno es necesario llevar ropa de abrigo, una
chaqueta polar, y un chubasquero, a la par que un
jersey. No nos podemos olvidar de un par de guantes.
Dos
mudas para andar y otra para después de la ducha
es suficiente. En épocas de calor, las camisetas
térmicas de verano son mejor que las clásicas camisetas
de algodón, pues son muy ligeras, transpirables
y no retienen la humedad.
Camisas,
blusas, camisetas o polos también los puestos y
uno de reserva, o para dormir. No más porque todo
pesa, y se va sumando.
Es
mejor, lavar en los albergues que echarse a cuestas
el armario. Hay que llevar jabón para lavar la ropa.
La
ropa interior debe de ser tipo deportiva, para evitar
rozaduras en la entrepierna, y el sostén también
tipo deportivo. De estos 3 de cada.
Los
pantalones. Los pantalones conviene que sean de
los que tienen cremallera en la pierna para retirar
la parte de abajo en caso de calor, deben de ser
de material ligero y que seque rápido. Conviene
que tengan bolsillos laterales. Es bueno llevar
unos de reserva, o unos pantalones cortos, para
cuando este esté lavandose tener algo que ponernos.
Los
calcetines deben de ser especiales para trecking,
de máxima comodidad y que sequen rápido. En verano
no necesitan ser de material que caliente mucho.
Es importante que no queden grandes al pie y que
al ponerlos no se dejen arrugas al calcetín, pues
harán daño al frotar el pie con la bota. Serán necesarios
3 pares, de trecking, y un par de algodón para la
noche para usar con las sandalias de descanso.
Para
la lluvia: La mayoría de los peregrinos llevan una
capa impermeable (poncho) que también cubre la mochila,
pero resulta incómodo si sopla el viento, además
de que es más fácil que se nos rompa. Una buena
alternativa es llevar un chabasquero y unos pantalones
impermeables, y un protector impermeable para la
mochila. (si la mochila no contase con su propio
impermeable siempre podríamos recurrir a la bolsas
de basura). Incluso es una buena idea llevar un
pequeño y ligero paraguas.
Para
el sol. Es imprescindible llevar un sombrero o una
gorra con visera y crema de protección solar si
no queremos sufrir una insolación o quemarnos.
Para
el frío y el viento. Además de la ropa adecuada,
no debemos olvidar llevar alguna prenda para proteger
la cabeza. Según la época del año, también llevaremos
bufanda o braga y guantes.
Para
la ducha. Chancletas, una pequeña toalla y los productos
higiénicos necesarios.
Otro
calzado. Es recomendable un calzado cómodo para
descansar y pasear, una vez finalizada la etapa.
El
botiquín.
Debemos
tener presente que en los albergues suele haber
un botiquín a disposición de los peregrinos y, que
además, encontraremos muchas farmacias a lo largo
del Camino. Por lo tanto, será suficiente con llevar:
aspirinas, agujas hipodérmicas, desinfectante, tijeras,
gasas, pinzas y esparadrapo (de tela y ancho).
Documentación.
Es
importantisimo llevar siempre con nosotros la Credencial
del peregrino; sin ella no podremos dormir en los
albergues. Nada más llegar a un albergue, será lo
que primero deberemos preparar para entregar al
hospitalero.
Nunca
se sabe lo que nos va a pasar en el Camino, por
lo que no nos deberiamos olvidar de llevarnos el
DNI, la tarjeta médica correspondiente, algo de
dinero suelto y la tarjeta de crédito. Por último
no está de más llevar una libreta de notas y un
bolígrafo así como un libro del Camino con las rutas
a seguir.
Material
adicional.
En
los albergues es interesante contar con una pequeña
linterna para la cabeza que nos permita movernos
en la oscuridad, con el fin de contar con las 2
manos para preparar nuestra mochila sin molestar
al resto de peregrinos.
El
móvil durante el Camino es prescindible, pero si
se viaja solo será un importante elemento de seguridad.
Nos puede servir como despertador. En la mayoría
de los albergues podremos cargarlos.
Una
esterilla, o aislante de caucho, nos será útil si
alguna vez debemos dormir en el suelo, para descansar
o echarnos una siesta en el campo. Depende de la
época del año es problable que en los albergues
nos quedemos sin camas y por tanto tengamos que
dormir en un polideportivo o hacer noche a la intemperie.
Podemos
añadir el siguiente material: Una funda de cojín
por cuestiones higiénicas, jabón de lagarto para
lavar la ropa, pinzas para tenderla e imperdibles
para colgarla de la mochila si al día siguiente
todavía no está seca. También una cantimplora, clineex,
papel higiénico, tapones para los oídos.
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